Hace un par de años, Guillermo Padrés salÃa a defender la transparencia de su gobierno. Lo hizo tras las burlas y crÃticas que recibió después de que una organización no gubernamental de Estados Unidos le entregó sillas de ruedas que el DIF estatal dio a personas con algún tipo de discapacidad. ¿Y qué tenÃa eso de malo?, pues resultó que dichas sillas eran más bien unas de jardÃn, de esas de plástico color blanco, a las que le fueron integradas cuatro ruedas, un cojÃn y algunos aditamentos para frenado. Curiosamente, Padrés en un inicio entregaba y presumÃa su acción como parte de un programa de gobierno, no fue sino hasta que las crÃticas le comenzaron a llover cuando entonces aclaró que éstas —las sillas— no habÃan sido adquiridas, sino que eran un donativo. Que el erario estatal nada más pagó la importación. Usted puede ver cómo eran las sillas si en Google escribe: “Guillermo Padrés sillas de ruedasâ€, para que entienda el grado de indignación que en ese entonces provocó. ¿Por qué un gobierno estatal aceptaba ese tipo de donativos cuando con sus recursos —que presumÃa como los de distribución más transparente del paÃs— habrÃa alcanzado para comprar verdaderas sillas de ruedas? Aunque después supimos que aquéllas eran un diseño de un ingeniero del MIT y las distribuÃa la organización Free Wheelchair Mission, a Padrés se le salió lo “sensatoâ€, y respondÃa: “Si las critican, regalen unas a su gusto…â€.
Se imagina usted un gobernador que acepta donativos (que entendemos como una ayuda para gastos que no se pueden solventar), pero que se manda construir un megarrancho ¡con todo y presa incluida! Bueno, pues aquà lo tenemos. Y es que dos años después de aquel episodio de las sillas, a últimas fechas este nada pequeño trapito ha salido al sol. Hemos visto, leÃdo y escuchado sobre las tantas dudas que hay al respecto. Y no sólo pensando en la primera duda que nos llega: ¿con qué dinero se construyó? ¿Cuál es su origen?, sino también las que han despertado en las autoridades. Padrés dice que tal presa no es para beneficio personal, pero es clarÃsimo para todos, empezando por los habitantes de las zonas aledañas, que dicha presa ha afectado el abastecimiento del agua que deberÃa llegar a sus casas. Y si a eso le agregamos el problema de contaminación del rÃo Sonora, por el que ayer se creó un fideicomiso que le costará a Grupo México dos mil millones de pesos, es claro que la presa de Padrés fue edificada con nulo tacto para el beneficio de la población. ¿O por qué entonces el gobernador se atrevió, incluso, a desconocer la autoridad de Semarnat, Profepa y Conagua? Ya le mandó decir el secretario de Gobernación que tal facultad corresponde sólo al jefe del Ejecutivo.
Vaya manera de subirse a las barbas a la autoridad. Con la misma desvergüenza con la que anteriormente ha enfrentado crÃticas. Pero buen mensaje el que se dio ayer de Presidencia. La reunión que Padrés tendrÃa con Osorio Chong fue cancelada por el titular de Gobernación, “hasta que existan condiciones para un diálogo respetuoso y constructivo…â€, que más bien entendemos que la autoridad federal espera ser respetada por este tan ufano y cÃnico gobernador…
Por: Yuriria Sierra